martes, 28 de septiembre de 2010

“Con su muerte, la amenaza aun no termina”

El mundo se ha volcado a Colombia, con el hecho de la muerte de Víctor Julio Suárez o "Jorge Briceño" alias "El Mono Jojoy, el abatimiento de este personaje a causado gran conmoción en el mundo, tanto así, que el actual presidente de Colombia Juan Manuel Santos en una reciente visita a Estados Unidos, se atrevió a compararlo con lo que para los norteamericanos seria “dar de baja” al dirigente de Al Qaeda Osama Bin laden.
Pero a pesar de esta muerte, el drama para Colombia no termina, el terrorismo continúa y es claro que ha dejado una huella imborrable en nuestra memoria que nos marcara para siempre. ¿Debemos entonces alegrarnos de una muerte?, se preguntan hoy muchos, y me incluyo.
Hoy el cuerpo de Jojoy permanece en medicina legal pues  hasta ahora ningún familiar ha reclamado el cadáver del jefe guerrillero de las FARC que permanece en una morgue de Bogotá, se informó el martes, "aquí todavía no lo ha reclamado nadie", advirtió en entrevista telefónica Hermes Ardila, jefe de la Unidad Nacional Antiterrorismo de la Fiscalía, la entidad oficial que debe decidir a quién se le entregará el cadáver [1].

Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición[2].
Todas las personas, sin distinción merecen una vida digna y de igual forma, una muerte digna, el Estado social de derecho debe propender por este ideal. Pero, siendo un terrorista que lleva a cuestas numerosos crímenes considerados de lesa humanidad, Jojoy merece tal trato?... Toda persona, repito, tiene los mismos derechos sin distinción alguna… Tiene derecho por tanto, a que su cadáver le sea entregado a sus familiares y pueda tener una cristiana sepultura.
Abruma ver como muchos celebran el hecho, como la muerte de Pablo Escobar en el pasado o de Raúl Reyes más recientemente.
 Aun con su muerte los problemas del país continuarán, la amenaza sigue vigente y el pasado no puede ser cambiado. Esto quiere decir que nada, ni su muerte puede borrar el horror de un pueblo azotado por años de violencia, no devolverá a los muchos padres, los hijos o los hermanos acecinados, ni le restituirá la vida a las muchas personas mutiladas por las salvajes minas “Quiebra pata”, es imposible echar el tiempo atrás para borrar los años de dolor por los años de secuestro.
Considero que no se debe perder el horizonte, el terrorismo en Colombia tiene origen político y valga recordar que nuestros dirigentes no han hecho un buen trabajo en lo que se refiere a las garantías de una vida digna para sus ciudadanos.
La muerte del “Mono Jojoy” no significa que haya terminado, queda un largo camino por recorrer.  


[1] El nuevo Herald, Colombia: nadie reclama aún cadáver de "Mono Jojoy", Publicado el martes, 09.28.10, disponible en URL: http://www.elnuevoherald.com/2010/09/28/810847/colombia-nadie-reclama-aun-cadaver.html#ixzz10rY0XNQb
[2] Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas, Declaración Universal de los derechos humanos, articulo 2, 2009, disponible en URL: http://157.150.195.10/es/documents/udhr/



No hay comentarios:

Publicar un comentario